Los implantes dentales son aditamentos, como raíces artificiales, creados para sustituir dientes ausentes o perdidos por cualquier causa, principalmente por caries o traumatismos.
Éstos implantes dentales son capaces de integrarse en el hueso hasta el punto de convivir de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.
En la actualidad están fabricados preferentemente de titanio y actúan como sustitutos de las raíces dentales. Tras su colocación dentro del maxilar o de la mandíbula, sirven para que una vez hayan osteointegrado (unidos al hueso), den soporte a los nuevos dientes artificiales que irán unidos a ellos.
¿Cómo puedo solucionar una ausencia dental aislada?
El implante unitario es la solución ideal para sustituir la pérdida de una pieza dentaria y tiene numerosas ventajas:
- Rehabilitar la estética y la función del diente perdido con calidad y precisión.
- Conseguir que el hueso de los maxilares mantenga su función y no pierda volumen por reabsorción, evitando de esta forma el deterioro de los tejidos y el aspecto de cara envejecida por formación de pliegues y arrugas.
- Reponer dientes con estabilidad similar o incluso superior a la de los naturales perdidos, evitando utilizar dientes adyacentes.
Sobre el implante se adapta una corona unitaria o independiente, que puede ir cementada o unida al implante mediante un pequeño tornillo. Con ello la apariencia natural, las funciones masticatorias y de fonación quedan totalmente restauradas sin tener que apoyarnos en dientes adyacentes.